La flor más lozana de la ribera,
primera del jardín, rosa temprana,
es la niña que obnubila mis ojos,
cansados ya de lágrimas.
Ella tiene el color, la candidez,
el glamour, la hermosura y la fragancia,
es azul, es mujer, rojo pasión,
promesa del mañana.
Ella conoce una historia muy triste,
repleta de fracasos y esperanzas,
y es por eso que la niña sonríe,
con su dulce mirada.
Ella pretende acallar el silencio,
minimizando las voces lejanas,
que una y otra vez, siempre le preguntan:
« ¿Cuándo llegará el alba?».