Cuando mires de frente,
yo seré tu espejo,
cuando mires atrás,
yo seré tus huellas,
cuando vueles muy alto,
yo seré tu cielo,
cuando entres en tinieblas,
yo seré tu sombra.
Yo siempre estaré allí,
para ser tu alcoba,
y entrecruzar los dedos,
siempre junto a ti,
para abrazar tu cuerpo,
para ser tu anhelo,
para secar tus lágrimas,
para ser primero.
Y cuando tú sonrías,
yo seré esa mueca,
cuando por fin te pierdas,
yo me haré vereda,
cuando quieras hablar,
yo seré palabra,
cuando sientas rencor,
yo seré el verdugo.
Yo siempre estaré allí,
para ser tu antojo,
para darte calor,
para que tú me hables,
para ser tu compadre,
y para darte ánimos;
siempre estaré a tu lado,
y detrás de ti…